sábado, 26 de octubre de 2013

Test de orientación electoral: ¿Cuál es su ideología?

En vísperas de las elecciones, me salgo un poco de la economía para jugar un poco con la política. Mañana domingo tenemos elecciones legislativas. El resultado de las elecciones primarias, así como las encuestas previas a las elecciones, indican que el oficialismo estaría sufriendo derrotas en los principales distritos del país (CABA, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe), además de una importante reducción del caudal de votos a nivel nacional.

En mi opinión, nuestra elección como votantes suele distar mucho de ser "racional", sino que se basa más bien en emociones y reglas de decisión simples. Si un candidato nos disgusta por algún motivo (como la forma en que habla o la ideología que dice o parece representar), no lo votamos; en cambio, si nos cae "simpático" por algún motivo o pertenece a determinada ideología, lo votamos. Difícil es encontrar a alguien que evalúe las propuestas, discursos y declaraciones de cada candidato para elegir aquél que propone las medidas más aptas de acuerdo a su propio criterio.

Ahora bien, la decisión de no revisar plataformas electorales, propuestas, discursos, etc. de cada candidato es en sí misma una elección racional. La mayoría de los votantes no se dedican a la política y prefieren dedicar el tiempo libre a su familia, estudios, hobbies, etc. Aún más, a una parte seguramente significativa, ¡ni siquiera le interesa la política! 

¿Cómo podemos los votantes tomar nuestra decisión utilizando la menor cantidad de tiempo y esfuerzo posibles y tratando de no equivocarnos? Para hacerlo, debemos simplificarla y reducir al mínimo la cantidad de información que debemos procesar acerca de cada candidato. Por este motivo existen las ideologías. Las ideologías agrupan ideas de determinada tendencia y reducen la cantidad de información de los candidatos que los votantes debemos considerar a la hora de votar. También le sirven a los candidatos: en vez de tener que evaluar qué harían y con qué tipo de medidas estarían de acuerdo en cada situación o aspecto particular, pueden ocupar determinado espacio ideológico, logrando así simplificar la evaluación del amplio espectro de decisiones que deben tomar como políticos (muchas veces en cuestiones que además no entienden) y conseguir así los votos de individuos que también simplificaron su decisión y eligieron votar de acuerdo a una determinada ideología. Volviendo a la decisión del votante, si sabe que en general se identifica con las ideas de centroizquierda, puede votar a un candidato que declare tener esta ideología y se comporte acorde a ella (por ejemplo, UNEN). Muchas veces también pueden influir las emociones en la decisión: si venimos de una familia tradicionalmente peronista, es posible que tengamos simpatía por candidatos peronistas y los votemos.

En resumen, probablemente usamos poco nuestra parte "racional" del cerebro para tomar decisiones electorales. Para hacerlo, muchos individuos recurren a una heurística (léase, una regla de decisión simple): si un candidato pertenece a determinada ideología con la cual me identifico hoy en día, lo voto. En otros casos, apelamos directamente a las emociones (nos gusta la forma de hablar del candidato, o votamos de acuerdo a nuestra tradición familiar, etc.).

Por lo tanto, les dejo un aporte para que puedan identificar mejor a qué ideología pertenecen. Haciendo click aquí, pueden ingresar a un breve test que nos indica cuál es nuestra orientación ideológica. El test es gentileza del Partido Liberal Libertario, una organización política recientemente creada en la Ciudad de Buenos Aires y que participa en su primera elección, que se identifica con la ideología liberal (entiendo que sería algo así como el Tea Party argentino). 

Como verán en el link, solo deben responder 10 preguntas, 5 vinculadas a la libertad política y 5 a la libertad económica. De acuerdo a sus respuestas, pueden pertenecer a 5 espectros ideológicos distintos: Totalitarismo/ Estatismo, Izquierda, Derecha, Centro y Liberal/Libertario. En mi caso en particular, quedé situado exactamente en el ángulo izquierdo superior del área que identifica a la ideología de Centro; es decir, estoy en el límite entre Centro, Izquierda y Liberal. Al parecer, se podría decir que soy un liberal de centroizquierda, algo parecido a cómo Lanata se definió a sí mismo.

Ojalá que, a pesar de ser excesivamente simple, el test les sirva de orientación para dirigir su voto. En caso contrario, los seres humanos siempre podemos crear alguna otra heurística que nos permita simplificar nuestra decisión electoral. Pero los invito a que dejen el resultado del test que obtuvieron en los comentarios, sobre todo para ver si encuentro algunos otros bichos raros que quieran fundar conmigo el Partido Progresista Liberal Argentino.

¡Saludos y buen fin de semana!

3 comentarios:

  1. Nico: totalmente de acuerdo respecto al uso de las heurísticas, creo que es la herramienta natural que tenemos a pesar de sus efectos desfavorables. Asimismo, también creo que una elección racional hoy puede ser inconsistente mañana dado el curso de los hechos generados por las decisiones de los que fueron elegidos. Sin dudas, el proceso de toma de decisiones es bastante complejo. Adicionalmente y en paralelo con lo que planteas, creo que si miramos la región se evidencia cierta irracionalidad suprapromedial en el campo de las elecciones. Si escuchábamos a gran parte del electorado argentino en 2011, opinaba que la inflación era uno de los problemas más importantes y había cierto temor a caer en crisis pasadas ya que la dinámica era muy similar. Sin embargo, muchos de estos estadistícamente votaron a los políticos que impulsaron las tasas de inflación y opinaban, en los medios, que no existía tal problemas o que solo era una sensación, un mensaje de subestimación a su electorado.

    De acuerdo al test, soy casi un estatista. Mi punto quedo sobre el eje horizonal inferir del cuadro de Centro.

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  2. Lo que comentás es un muy buen ejemplo de votación por sentimientos en vez de racionalidad. Yo creo que el voto de 2011 estuvo muy influido por cierta empatía de un amplio sector del electorado con CFK, debido a la situación personal que estaba atravesando (el fallecimiento reciente de Néstor Kirchner). Si efectivamente fue así, mucha gente votó basándose en sentimientos, en vez de evaluar cuáles eran los principales problemas para ellos (por ejemplo, la inflación como decían las encuestas en ese momento) y qué candidatos tenían propuestas para solucionarlos.

    No me digas, se me cayó un posible candidato para mi partido progresista liberal, jajaja

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  3. Igualmente, el fenómeno panqueque está en todos lados, je!.

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