lunes, 17 de junio de 2013

Acumulando desequilibrios

Los lineamientos de la política económica argentina en los últimos dos años pueden resumirse en una palabra: control. Desde fines de 2011, el gobierno argentino se ha dedicado a profundizar los controles sobre los individuos y empresas, cuando no a crear algunos nuevos. Si bien el kirchnerismo siempre defendió políticas intervencionistas, esta tendencia se profundizó significativamente a partir de la implementación del cepo cambiario en Noviembre 2011. Los controles cada vez más fuertes que se fueron implementando han dejado a la economía argentina en uno de los peores escenarios posibles que puede imaginar un economista: un bajo o nulo crecimiento económico en conjunción con una tasa de inflación elevada (20-25%), lo que se suele denominar en la literatura económica como "estanflación".

Pese a la actual coyuntura, el poder ejecutivo no ha intentado corregir la política económica, sino todo lo contrario: ha continuado incrementando los controles (sobre todo, los cambiarios) y ha sostenido políticas monetarias y fiscales sumamente expansivas. Esta negativa a corregir el rumbo económico está generando una serie de desequilibrios, que creo que no deberían ser ignorados ni menospreciados. 

Algunos de dichos desequilibrios son de carácter monetario y cambiario. De acuerdo a la humilde opinión de quien les escribe, el más grave es principalmente de carácter cambiario:

Figura 1. Tipo de cambio nominal y reservas internacionales.
Fuente: elaboración propia en base a BCRA, INDEC y Ámbito Financiero.

Antes de la implementación del cepo cambiario, el banco central argentino había sufrido una corrida contra las reservas internacionales (eje izquierdo del gráfico), que había generado una caída de las mismas de casi U$S 6000 millones en el período Julio-Noviembre 2011. Si bien el cepo cambiario frenó la contracción por unos meses, empezaron a reducirse nuevamente en Mayo 2012 hasta llegar a llegar a los U$S 39532 millones de Abril 2013, un nivel casi 25% inferior al máximo histórico de Enero 2011.

Si el banco central hubiera permitido que la moneda se deprecie en ese momento, probablemente no habría habido inconvenientes como los que tenemos hoy. En conjunto con una política anti-inflacionaria (consistente por lo menos en una suba moderada de las tasas de interés y menor ritmo de crecimiento de los agregados monetarios), el tipo de cambio real se hubiera depreciado, se hubiera corregido la pérdida de competitividad de la economía argentina (por el proceso de apreciación cambiaria real de 2010-2011) y la corrida cambiaria previa a las elecciones se hubiera frenado.

En cambio, los controles cambiarios dieron lugar a una fuerte suba del dólar paralelo o "blue", que empezó a mostrar una brecha cada vez mayor con la cotización del mercado oficial (eje derecho de la figura 1). Es decir, el mercado devaluó el tipo de cambio "de facto" y las reservas no dejaron de caer. Para tener una noción del nivel actual de las reservas, las mismas alcanzan para cubrir apenas 7 meses de importaciones, el nivel más bajo de este indicador en toda la década kirchnerista.

Pese a la caída de las reservas, el gobierno continuó con una fuerte política monetaria expansiva, basada en un aumento de la base monetaria del orden del 30-40% interanual y una tasa de crecimiento apenas menor de M2. Al expandirse la cantidad de dinero, la relación del mismo con respecto a las reservas inevitablemente se ha ido incrementando:

Figura 2. Base monetaria, M2 y reservas internacionales.
Fuente: elaboración propia en base a BCRA, INDEC y Ámbito Financiero.

La trayectoria ascendente del tipo de cambio paralelo o blue guarda una correlación evidente con el incremento de la base monetaria en relación a las reservas, la cual puede considerarse como un "valor técnico" del tipo de de cambio paralelo. También se incrementó la relación M2/Reservas, cociente que resulta menos relevante para un mercado como el paralelo/blue, cuyas operaciones se hacen necesariamente por fuera del sistema financiero y por ende no pueden involucrar a depósitos en cuenta corriente y cajas de ahorro. Tomando cualquiera de estos dos valores técnicos, la brecha con el tipo de cambio oficial se ha ido ampliando y con ella la percepción de atraso cambiario.

¿No es evidente para la autoridad monetaria que incrementar la cantidad de dinero por encima del aumento de su demanda desemboca necesariamente en una huida del peso argentino? El alza en la cotización del dólar recién pudo frenarse en las última semanas, gracias a la intervención del gobierno en el mercado de bonos en dólares, vendiendo tenencias de organismos públicos como la ANSES. Dado que la única forma legal de obtener dólares para ahorro hoy en día es con la compra de bonos del gobierno nacional denominados en dólares, esta intervención bajó el denominado "contado con liqui", esto es, el tipo de cambio implícito en una operación de compra de bonos en dólares en el mercado local y su posterior venta a cambio de dólares en el exterior. También ha sido clave el freno de operaciones en las "cuevas" (casas de cambio que comercializan dólares por fuera del circuito oficial) a través de las amenazas del temible Secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Sin embargo, es evidente que esta estrategia tiene patas cortas: ¿Cuánto meses durarán los bonos de los organismos públicos? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que las cuevas informen un precio al Secretario de Comercio y los medios de comunicación mientras comercializan a uno superior?

Por último, una parte del incremento en la oferta monetaria ha sido invertido en depósitos a plazo fijo (la mayor parte de corto plazo). Dado que el cepo cambiario ha dejado a muchos ahorristas poco sofisticados sin otro instrumento de ahorro, estos han aceptado momentáneamente esta inversión que tiene una tasa real de rendimiento negativa:


Figura 3. Plazos fijos y reservas internacionales.
Fuente: elaboración propia en base a BCRA

Ambas curvas muestran la proporción que representan los depósitos a plazo fijo en pesos argentinos de las reservas internacionales. Los depósitos a 60 días se acercan hoy en día a un 60% de las reservas internacionales valuadas al tipo de cambio oficial, mientras que la totalidad de estos depósitos rondan el 90%. Estos niveles ya se asemejan a los de 2003, cuando las reservas internacionales recién se empezaban a recuperar luego de ser diezmadas por la crisis económica de 2001 y el banco central emitía dinero a toda máquina para reactivar la economía. 

¿Qué ocurriría si el poder ejecutivo quisiera levantar el cepo y una parte importante de estos recursos se volcaran a la compra de dólares? Creo que es evidente que una nueva corrida cambiaria sería inevitable, si se mantiene el resto de los lineamientos de la política económica. La potencial magnitud de esta crisis seguirá aumentando mientras se siga por este camino y cada vez se volverá más costoso tomar las decisiones necesarias para corregir los desequilibrios monetarios y cambiarios. 

Lamentablemente, es probable que las elecciones legislativas de Octubre 2013 posterguen cualquier decisión al respecto, por las consecuencias políticas que tendrían. Mientras tanto, los desequilibrios se seguirán acumulando y las consecuencias de corregir el rumbo seguirán empeorando.

sábado, 15 de junio de 2013

Breve pero necesaria adición al post Volatilidad y Decisiones económicas

Les dejo el link con una sucinta continuación reflexiva al post ``Un Apunte sobre Volatilidad y Decisiones Económicas´´. Espero que les resulte interesante.

http://www.rankia.com.ar/blog/economia-eclectica/1854151-breve-necesaria-adicion-post-volatilidad-decisiones-economicas

domingo, 2 de junio de 2013

El dinero según Ayn Rand

Actualmente me encuentro leyendo una verdadero homenaje al individualismo y la búsqueda del beneficio económico: La Rebelión de Atlas, de Ayn Rand, novela publicada originalmente en 1957. Este libro suele ser considerado la obra maestra de esta filósofa y escritora liberal norteamericana (pero de origen ruso), que vivió entre los años 1905 y 1982. Antes que nada, una nota al pie sobre la autora: no era conservadora, sino liberal. Para quienes no se convenzan de que hay una diferencia, se dice que se declaró explícitamente en contra del gobierno de Ronald Reagan, además de estar a favor del consumo de cualquier tipo de drogas y del aborto. Notable, o llamativo si se prefiere, que sostuviera estas posiciones en su época, las cuales definitivamente no pueden considerarse conservadoras.

Avanzando en el tema que nos incumbe, aclaro que no pretendo hacer una crítica literaria de esta obra de Ayn Rand, que aún en mi ignorancia acerca del tema, me animo a denominar simplemente como excelente. Pero lo que sí puedo aseverar es que he encontrado algunos pasajes sobre el rol del dinero en la economía, que considero muy interesantes y acertados.

Estos pasajes se encuentran dentro de un largo monólogo que realiza uno de los protagonistas de la obra, luego de que otro personaje, un columnista "anti-hombres de negocios", calificara al dinero como "el origen de todos los males". El protagonista en cuestión, Francisco D'Antonia (increíblemente, un personaje de origen argentino), comienza su extenso monólogo retrucando esta afirmación mediante una excelente definición del dinero y su función dentro del sistema económico:

"El dinero es sólo un instrumento de intercambio que no puede existir a menos que existan bienes y personas capaces de producirlos. Es la forma material del principio según el cual quienes deseen tratar con otros deben hacerlo mediante transacciones, entregando valor por valor."

Luego de leer esta frase, los economistas podemos pensar enseguida en la ecuación cuantitativa del dinero: la cantidad de dinero en la economía es una proporción de la cantidad de transacciones que se realizan en la economía. 

Siguiendo con reflexiones más filosóficas, Ayn Rand nos deja una lección acerca de la capacidad del dinero de lograr la felicidad de las personas:

"El dinero no comprará la felicidad para quien no sepa qué desea; no le dará un código de valores a quien haya rehusado adoptarlo, ni proporcionará un propósito a quien haya eludido la elección".

Posteriormente, Ayn Rand también nos deja dos lecciones que creo que son muy útiles para dilucidar lo que hay detrás del discurso de algunos de nuestros dirigentes políticos:

"Permita que le dé un consejo clave sobre el carácter de los seres humanos: quien maldice el dinero, lo ha obtenido de manera deshonrosa, pero quien lo respeta, se lo ha ganado honestamente.
Huya de quien le dice que el dinero es malvado, pues esa frase es la señal que anuncia la presencia de un saqueador. En tanto los hombres vivamos en sociedad y necesitemos medios para tratar unos con otros, el único sustituto, en caso de abandonar el dinero, serían las armas."

Estos dos párrafos me hicieron reflexionar acerca de los discursos que suelo escuchar de parte de nuestra dirigencia política, criticando a empresas o individuos que obtienen beneficios y denostando a quienes tienen un determinado nivel de vida. Recientemente hasta tuvimos una declaración al respecto del máximo pontífice de la Iglesia Católica, llamando a terminar con "el culto al  dinero y la tiranía de la economía". Quitando los casos en que la riqueza sea obtenida fuera de la ley, al seno de algún "acomodo" con el Estado o tal vez mediante prácticas meramente rentistas, ¿qué tiene de malo invertir, tal vez inclusive innovar, para después pretender obtener elevados beneficios, disfrutar de ellos e inclusive reinvertirlos para intentar obtener aún más beneficios? Tal vez quienes realmente están "sucios" son aquellas personas que denuncian la acumulación de riqueza de otras que lo han obtenido trabajando, invirtiendo y/o innovando, sin mendigar ventajas y dentro de la ley.

Volviendo al pensamiento de Ayn Rand, el texto sigue con una consideración acerca del surgimiento de "elementos destructores" en la sociedad:

"El dinero es un medio tan noble que no compite con las armas, ni pacta con la brutalidad. Nunca permitirá sobrevivir a un país basado parcialmente en la propiedad y parcialmente en el robo. Siempre que aparecen elementos destructores entre los humanos, comienzan destruyendo al dinero, porque éste es la protección del hombre y la base de su existencia moral."

No creo estar de acuerdo en que, cada vez que aparezca aquello que podamos denominar "elementos destructores" de la sociedad, su primer paso sea siempre la destrucción del dinero. Pero creo que definitivamente el pasaje deja alguna lección respecto a los episodios inflacionarios en particular, ya que algo reconocido por una amplia gama de economistas es el hecho de que, cuando un gobierno pierde el control de la tasa de inflación, genera efectos disruptivos en la sociedad, a través de la destrucción del valor de dinero y por ende de su rol en el sistema económico.

Por último, la pluma de Ayn Rand nos deja un último párrafo que me parece sumamente inquietante:

"Hasta que descubra que el dinero es la raíz de todo lo bueno, seguirá encaminándose hacia su propia destrucción. Cuando el dinero deje de ser la herramienta mediante la cual los hombres se relacionan entre sí, los hombres mismos se convertirán en herramientas de otros hombres. Sangre, látigos, armas; o dólares. Debe elegir... No hay otra opción, y el tiempo se está acabando."

Para resumir, primero quiero dejar en claro dos interpretaciones que hago de la lectura de este monólogo de Ayn Rand, así como de lo que he leído (hasta ahora) de su obra más reconocida. Por un lado, queda claro que defendía la búsqueda de beneficios económicos, lo que ella denominó en su libro "hacer dinero". Sin embargo, hemos visto en algún párrafo anterior que no considera al dinero como un fin en sí mismo, sino como una herramienta que permite el intercambio y el funcionamiento de la sociedad capitalista tal como la conocemos. Este matiz no es para nada trivial.

En segundo lugar, está claro que Ayn Rand defiende en su obra a la figura del industrial norteamericano innovador, característico de las décadas del '50 y '60. Rescata la motivación de estas figuras, que era la búsqueda del beneficio individual. Sin embargo, en ningún lado pude encontrar una defensa de la búsqueda del beneficio propio en perjuicio de otras personas que no sean los propios competidores. Esto me hace pensar que hay algunas circunstancias en que la filosofía de Ayn Rand se ve validada y limitada a la vez. Si pensamos en la reciente crisis financiera internacional, la búsqueda del beneficio personal, en ausencia de una correcta regulación de los métodos e instrumentos financieros utilizados, fue demasiado lejos. Asimismo, este episodio también deja en claro que quienes buscan el beneficio personal pueden equivocarse significativamente, generando pérdidas no solo para ellos, sino para toda la sociedad. 

Más allá de esto, está claro que los individuos y organizaciones que buscaron beneficios financieros no cuadran con la descripción de empresarios que realiza Ayn Rand. Las innovaciones financieras de los años previos no dejan de ser innovaciones de una industria o negocio particular, pero fueron utilizadas con irresponsabilidad, otorgándole créditos a agentes económicos con alto riesgo de default y luego pasando el riesgo a terceros a través de la venta en paquetes de créditos calificados como AAA por calificadoras de riesgo, que increíblemente eran contratadas por el mismo vendedor. En este sentido, quienes se dedicaron a esta actividad se asemejaron más a los saqueadores que a empresarios innovadores: vendieron activos a un valor mayor que el que en realidad tenían, aprovechándose de inversores ingenuos.

Creo que las reflexiones de Ayn Rand nos dejan una lección, en el sentido de que es la búsqueda del beneficio individual de agentes económicos innovadores, inversores y trabajadores, lo que pone a las sociedades y al sistema económico en movimiento. Sin embargo, no podemos negar la existencia de algunas limitaciones, como por ejemplo la información asimétrica o algunos sesgos y limitaciones cognitivas de las personas a la hora de tomar decisiones económicas, que hacen necesaria la presencia y hasta la intervención de un regulador (Estado), que impida que los "saqueadores" que menciona Ayn Rand se lleven puesto al sistema.

Volviendo a nuestros pagos, me permito extraer otra lección a título personal: los "saquedores" no solo se pueden "apropiar" del funcionamiento del mercado, sino también del Estado; es decir, del regulador. Me guardé para el final un párrafo magistral referido al momento en que uno pueda considerar si una sociedad está condenada al fracaso:

"¿Quiere saber si ese día se acerca? Observe al dinero, pues es el barómetro de las virtudes de una sociedad. Cuando vea que el comercio se hace, no por consentimiento de las partes, sino por coerción; cuando advierta que para producir, necesita obtener la autorizaciones de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por la influencia más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare en que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada."

Pese a que guardo mis diferencias con la filosofía de Ayn Rand (o al menos, mi posición respecto a la reivindicación del individualismo es más moderada), cuando terminé de leer estas líneas quedé absolutamente asombrado, ya que me pareció dirigido a quienes hemos habitado este país en las últimas décadas y sobre todo a quienes vivimos en la Argentina actual. 

El tiempo dirá si Ayn Rand estaba en lo cierto y, en caso de que así sea, si dejamos que los saqueadores terminen de destruir a nuestro país.

Un apunte sobre volatilidad y decisiones económicas


Estimados amigos, comparto el link de la nota de referencia publicada en la ``sucursal´´ de nuestro blog. Espero que la disfruten.

Pueden comentar libremente lo que gusten, la irracionalidad es la regla.