martes, 30 de julio de 2013

domingo, 21 de julio de 2013

Un interrogante sobre el (des)conocimiento económico


Con el paso del tiempo la ciencia económica ha avanzado en muchos temas que se creían enigmáticos: desde fenómenos monetarios y el poder de la política fiscal hasta los abordajes experimentales otorgados por la Economía Conductual. El transcurso de los años no solo trajo avances en el conocimiento sino nuevas dificultades y desafíos para los que se preocupan en evitar ciertos acontecimientos desafortunados denominados crisis como así también en el entendimiento del funcionamiento del sistema económico. En este sentido, debemos poner en claro que durante los últimos 30 años los nuevos problemas e interrogantes fueron surgiendo de una manera más acelerada dado el desarrollo de la globalización de las tecnologías de información y las consecuentes maneras de operar en las que la economía no ha quedado al margen.

Sin embargo y a pesar de la mayor comprensión relativa del comportamiento de la macroeconomía en particular, aún existe un entorno de gran complejidad. En este respecto, indudablemente creemos que la actualidad observada en muchas economías desarrolladas y emergentes nos deja algunos interrogantes con ciertos aires novedosos pero que son precedentes desde hace mucho tiempo y, hasta quizás, se le pueda dar el calificativo de atemporales. Una suerte de problemas no resueltos donde la no solución de los mismos, inferimos con gran perplejidad, se deriva de planes realizables en un momento pero, poco tiempo después, irrealizables<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]-->.  

El interrogante al que aludimos descansa principalmente en indagar acerca de las condiciones de nuestro conocimiento y entendimiento de los fenómenos económicos de la actualidad que siguen vigentes desde el pasado. Desde este punto sería dable determinar si la generación de los eventos mencionados en el párrafo anterior sobre la crisis europea (por citar algún caso) es de nuestra responsabilidad directa o son hechos fortuitos que enfrentamos dentro sendero de desarrollo de las sociedades y sus relaciones económicas. La configuración del sistema económico mundial actual puede motivar algunas observaciones respecto a esto que aquí no vamos a citar acabadamente.

La crisis financiera y el estancamiento económico de algunos países de Europa continental han impuesto un distanciamiento respecto de economías desarrolladas y de algunas economías emergentes de Asia y Latinoamérica, las denominadas de rápida industrialización. Este distanciamiento ha llamado la atención dado que se genera en la performance macroeconómica como consecuencia de la crisis iniciada en 2007-08. Dicha crisis, acaecida en EEUU y Europa fue un evento de gran sorpresa. Hasta ese momento, desde la literatura económica principal, se derivaba que  los países desarrollados conservaban cierta inmunidad a los fenómenos de crisis recurrentes como las que acontecieron en los países en desarrollo. Era casi impensado que la prosperidad observada desde finales del decenio 1990 termine en una crisis de gran escala. Sin embargo la historia nuevamente tuvo un papel aleccionador.  

Con la sorprendente irrupción de la crisis, muchos economistas académicos salieron a ofrecer argumentaciones que parecían obvias con los hechos consumados. Mientras que muchos de nosotros nos seguimos preguntando cómo pudo producirse tal hecho en países que pensábamos que los gestores de política económica tenían mayores grados de libertad dados por cierto buen funcionamiento de los mecanismos de mercado y de las regulaciones disponibles. Aspectos que hasta hoy día se encuentran algo ausentes en los países emergentes. En este sentido, se postulaba que el funcionamiento de los mercados se producía en un escenario de competencia perfecta donde los precios tienen toda la información  y, a través de los mismos, se generan ajustes automáticos derivados de la dinámica de la oferta y la demanda. Como vimos en notas anteriores, al observar el mercado de hipotecas estadounidense en 2007, es notorio que ese postulado es erróneo. La burbuja de los precios de las viviendas en Estados Unidos, generada en la fase más expansiva de la llamada Great Moderation, es el aspecto más evidente de esa idea del funcionamiento de la economía.

Parecería que el funcionamiento de las economías se rige por aspectos y mecanismos que no necesariamente hallarían su optimalidad, si es que existe tal característica para un sistema conformado por seres humanos, en el contexto de autocontrol y que es necesaria cierta regulación y austeridad en la fase expansiva, es decir, acciones con sesgos sustentables. Todas esas características vieron su antítesis en los hechos inmediato anteriores a la última crisis económica internacional, no solo en uno de los países más desarrollados de la tierra sino en las periferias y centros de Europa.

Dada la evidencia, no podríamos asegurar que el proceso de comprensión de los fenómenos económicos ha llegado a su punto máximo. Por el contrario, desde una opinión de carácter estático comparativo, hemos logrado grandes avances respecto al siglo pasado pero la realidad dada por la fase del ciclo económico y en el que estemos (el cual puede durar algunos años) es un factor de gran influencia sobre el modo en que percibimos nuestros conocimientos acerca de esa misma realidad. Cabe invitarnos a provisionar ciertas ganancias de conocimiento hacia el futuro; no obstante, esto no nos otorga una autorización para asaltar de una sola vez a la verdad y la erudición plena, la cual al menos en economía, es relativa y siempre se responde comenzando con un depende tanto para los estudiantes como para los que enseñan tan compleja y fascinante disciplina.

Quizás la frase de la profesora Verlyn Klinkenborg sea un buen final para esta reflexión: ``…There is a certain literal-mindedness in the recent shift away from the humanities…´´        


Biobligrafía

  • Heyman, Daniel (2007): Macroeconomía de las Promesas Rotas. Revista de Economía Política de Buenos Aires. Año 1, Volumen 2.  
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<!--[if !supportLists]-->
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<!--[endif]-->
<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> Heymann (2007) realiza un análisis de este argumento.

sábado, 6 de julio de 2013

¿Los monopolios generan inflación?

Dejo el link a una nueva nota en la "sucursal" de nuestro blog en Rankia:


Pueden subir comentarios y opiniones allí mismo, espero que les resulte interesante.

Saludos,

Nicolás C.