viernes, 22 de junio de 2012

¿Hacia una recesión?

Las malas noticias sobre la economía argentina se han ido acumulando desde fines del año pasado. En los últimos meses, los periódicos han empezado a mencionar suspensiones de trabajadores en distintas empresas y a publicar informes y datos negativos sobre la evolución del nivel de actividad. También se han presenciado algunas protestas (que no se observaron durante 2010 y 2011), como los "cacerolazos" en algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, la actual huelga del sindicato de camioneros (aliado del Gobierno hasta las últimas elecciones) y ahora una amenaza de paro general de una parte de la Confederación General del Trabajo (conocida como CGT) para el miércoles 27 de junio. Además, ha habido dos episodios de corridas bancarias contra los depósitos en dólares (con un impacto sobre el sistema bancario muy controlable, aunque no por eso irrelevante). Dejando de lado estas cuestiones meramente ilustrativas, ¿qué dicen los datos? ¿Está la economía argentina entrando en recesión?

La Universidad Torcuato Di Tella elabora un índice Líder, que pretende anticipar los cambios en el ciclo económico argentino: 



Fuente: UTDT

Puede observarse que la serie tocó un máximo en Junio 2011. A partir de allí, ha caído casi ininterrumpidamente. De acuerdo a un informe de la mencionada casa de estudios (que puede consultarse aquí), se estima que existe un 98% de probabilidades de ingresar en recesión en los próximos 3 a 6 meses. Cabe destacar que, desde que se inició la elaboración de este indicador, la economía siempre entró en recesión entre 3 a 6 meses después de que se superó el umbral del 95%. Esta parece ser una primera y significativa señal de que podríamos estar dirigiéndonos a un período recesivo.

En estos meses, también se ha observado un importante cambio en el humor de los consumidores:


Fuente: UTDT.

El índice de confianza al consumidor llegó a un pico en septiembre 2011, justo antes de la implementación de los primeros controles cambiarios de la AFIP a principios de Noviembre 2011 (ya sea por casualidad o por causalidad). A partir de ese momento empezó a mostrar una tendencia decreciente, la cual se consolidó y profundizó desde febrero 2012, luego de la implementación de las licencias no automáticas a las importaciones (también casualmente o causalmente). Esta es una segunda señal, vinculada al cambio de humor de las personas a la hora de consumir, uno de los principales motores del plan económico actual de acuerdo al propio gobierno.

¿Y qué nos dicen entonces los principales indicadores de actividad del INDEC?



Fuente: INDEC.

En el gráfico de la izquierda, el estimador mensual de actividad económica muestra una desaceleración a partir de Noviembre 2011. El nivel de actividad parece haberse deteriorado aún más en Marzo 2012, para terminar mostrando una tasa de crecimiento interanual de apenas 0,6% en Abril del corriente año. La evolución del índice desestacionalizado es algo más volátil, pero debe destacarse que en Abril 2012 se ha reducido un 1,3% respecto al mes anterior, la mayor caída desde Diciembre 2008 (más o menos en el comienzo de la breve recesión de 2009).

Este panorama es preocupante, pero lo positivo es que (hasta el momento) solo se trata de una desaceleración y el Gobierno podría tener aún tiempo de reaccionar. Por otro lado, si miramos la evolución de la actividad industrial, probablemente debamos preocuparnos un poco más:


Fuente: INDEC.

La producción industrial parece haber comenzado a desacelerarse en Junio 2011, pero tanto en ese mes como en Julio 2011 mantuvo aún importantes tasas de crecimiento. En Agosto y Septiembre 2011, la variación interanual cayó a un 5% aproximadamente, para luego reducirse a un 4% en Octubre-Noviembre 2011 y luego ubicarse en torno a un 2-3% entre Diciembre 2011 y Marzo 2012. En Abril 2012, ha mostrado su primera caída interanual desde Septiembre 2009. Si se prefiere observar la serie desestacionalizada, el panorama de 2012 sería aún más preocupante, ya que la producción cayó en 3 de los primeros 4 meses del año a tasas ubicadas en torno al 1-2% (también fuente INDEC).

Por último, el índice de desempleo publicado por el INDEC no ha mostrado reacción alguna por el momento, más allá de una leve suba estacional en el primer trimestre de 2012. Sin embargo, el índice de demanda laboral elaborado por la UTDT hace pensar que esta desaceleración del nivel de actividad podría contagiarse tarde o temprano al mercado laboral, ya que sorprendentemente este índice se ha adelantado a todos los indicadores antes mencionados y ha caído en forma casi ininterrumpida desde Abril 2012:


Fuente: UTDT

He tratado de resumir los principales indicadores que muestran el deterioro de la economía argentina lo más objetivamente posible. Ciertamente no puede hablarse de una recesión por el momento, pero la desaceleración es incuestionable y probablemente la economía argentina se encamine a una recesión, tal como predice el índice Líder elaborado por la UTDT. Si es posible evitarla o al menos suavizarla, depende no solo del contexto externo (es decir, de la buena o mala suerte), sino de las medidas de política económica que tome el gobierno argentino. Las medidas más convenientes para enfrentar esta coyuntura dependen simplemente del diagnóstico acerca del origen de esta situación y de los factores que la han profundizado, así como de la experiencia que se haya recogido en episodios históricos similares y las restricciones de política actuales. Por el momento, permito al lector investigar y reflexionar por si solo y dejo este tema para otro artículo.

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