sábado, 2 de febrero de 2013

INDEC: una parodia argentina de "1984"

Se suele decir que del amor al odio, hay un solo paso. Algo así podemos afirmar de la relación argentina con el FMI: de alumno modelo durante gran parte de la década del '90, pasó a ser la oveja negra de la familia en los 2000. Esto fue oficializado en el día de ayer, cuando el FMI dio a conocer un comunicado informando la declaración de censura decidida por el directorio de dicha entidad y motivada por la adulteración de las estadísticas oficiales argentinas. La verdad es que podría ahondar en esta relación de amor y odio entre Argentina-FMI y hacer varias analogías con historias de amor y despecho, pero creo que estaría dejando de lado lo importante: la adulteración de las estadísticas en si misma.

Las advertencias ya habían sido varias y Argentina tuvo un período de tolerancia de 6 años para revertir la adulteración de datos del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), la cual se basa principalmente en la publicación de un (literalmente) increíble Indice de Precios al Consumidor, que registra una tasa de variación interanual que ronda el 10% (otras estimaciones no bajan del 20%). Cabe también destacar que el problema no abarca esta mera adulteración, ya que al subestimar la tasa de inflación también se subestima la canasta básica alimenticia con la cual se calculan los índices de indigencia y pobreza y se sobreestima el PBI (dado que uno de sus componentes es el consumo privado). 

¿Qué evidencias existen de esta adulteración? Comparemos la evolución de la tasa de variación de los precios del IPC INDEC con el IPC Congreso, que reúne las estimación de la tasa de inflación de acuerdo a consultoras económicas privadas:

Fuente: http://data.lanacion.com.ar/dashboards/5068/inflacion-y-precios/


Creo que el gráfico no precisa acotación alguna. Sin embargo, alguien podría criticar la capacidad de las consultoras privadas para medir o estimar la evolución de los precios al consumidor, teniendo en cuenta que cuentan con una ínfima parte de los recursos del INDEC. Bueno, en ese caso podríamos comparar la evolución del IPC INDEC con algunos índices calculados por institutos provinciales de estadísticas:

Fuente: INDEC e institutos de estadística provinciales. Base 100 = Abril 2008.


Como se puede observar, la divergencia a partir de 2008 es notable en todos los índices, exceptuando el caso de Córdoba (que presenta una evolución más cercana al IPC del INDEC que al del resto de los institutos). La adulteración  resulta aún más clara si observamos las correlaciones entre las variaciones mensuales de los índices antes y después de la intervención del INDEC en Enero 2007:

Fuente: elaboración propia en base a INDEC e institutos de estadística provinciales

En todos los casos, la correlación entre las variaciones mensuales porcentuales del IPC INDEC y el índice provincial correspondiente se redujo significativamente después de Enero 2007. En algunos casos la muestra anterior a la intervención del INDEC que pudo obtenerse es pequeña, pero los casos de Santa Fe y Neuquén escapan a esta crítica. En mi opinión, esta es la evidencia más notoria de la adulteración de este indicador, ya que los índices provinciales en general se basan en una metodología similar a la utilizada en aquel organismo antes de ser intervenido.

Pero el índice de inflación no es todo. La intervención del INDEC también ha hecho otras "travesuras". Por ejemplo, durante la crisis de 2009, hubo severas sospechas de adulteración en la evolución del índice de salarios de empleo no registrado (puede consultarse este tema aquí). 

Asimismo, otro evento "memorable" de la intervención del INDEC fue la adulteración en la evolución de los salarios de los trabajadores registrados durante los años 2002-2003. En esta oportunidad, se intentó reescribir el pasado de forma similar al Ministerio de la Verdad de George Orwell, ya que "reasignó" parte de la recuperación de los salarios ocurrida durante el gobierno de Duhalde y pretendió otorgársela a los primeros meses del gobierno de Néstor Kirchner (puede consultarse una explicación de lo ocurrido aquí).

Por último, el INDEC también ha dejado de publicar algunas estadísticas desde su intervención, como el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (que medía la pobreza estructural a través de preguntas sobre condiciones sanitarias y socio-económicas) y el IPC nacional (ahora solo se publica el índice "falsificado" que abarca a la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, mientras el poder ejecutivo dice estar trabajando en un nuevo índice nacional desde hace largo rato).

Estimo que esta evidencia debería ser más que suficiente para el lector. Volviendo a la noticia que motivó este artículo, como ya mencioné, el gobierno argentino tuvo mucho tiempo para revertir esta situación. La palabra gobierno está realmente bien utilizada en este caso, ya que además de la intervención llevada a cabo por el poder ejecutivo, el poder judicial y legislativo han sido también culpable por inacción: mientras por un lado existe una causa judicial por este hecho que "duerme" en un juzgado, el poder legislativo (controlado por las mayorías oficialistas en las cámaras de senadores y diputados) solo ha mostrado algunos gestos formales en contra de la intervención (obviamente siempre llevados a cabo por las fuerza opositoras).

La moción de censura se suma a otros reveses internacionales, como el fallo adverso en la justicia norteamericana por la deuda en default, y probablemente ponga en una situación incómoda a Argentina como miembro del G-20. Sin embargo, nada de esto parece importarle al gobierno, que muestra estar más interesado por sostener este falso relato. En declaraciones radiales, el Ministro de Economía Hernán Lorenzino se mostró más preocupado por criticar al FMI y a las estimaciones privadas y provinciales, que por dar siquiera alguna mínima señal creíble de corrección en la situación del INDEC. Parece que, al menos por el momento, el INDEC/Ministerio de la Verdad seguirá consagrado a su tarea de reescribir la realidad. Una verdadera parodia argentina de la obra maestra de George Orwell.

Publicado en Forexpros. http://www.forexpros.es/analysis/indec:-una-parodia-argentina-de-%221984%22-75599

3 comentarios:

  1. Sin dudas lo que muestran los gráficos y observando desde el período previo a 2007, es la realidad real y no la que se quiere construir de facto.
    Lo interesante y, a su vez, lamentable, es que en economía también se cumpliría el dicho: ``la mentira tiene patas cortas´´, pues si se observan las variables que son afectadas directamente por la inflación como la competitividad de la economía, las paritarias y la existencia de un empuje de demanda en reservas de valor genuinas; se hace evidente que el crecimiento de precios se despega notoriamente del que marca el INDEC.
    Por otra parte, la decisión del FMI tiene alguna similitud a lo que ocurre con el INDEC. En el período previo a la última crisis internacional, realizó pésimos diagnósticos y durante la misma viene aconsejando utilizando la misma estrategia controversial y sin éxito. Con esto se infiere una muy baja credibilidad y calidad institucional del organismo. Seguramente George tendría argumentos para otra obra tan buena como la que mencionas.

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  2. Si, lo del FMI fue flojo durante varios años... ahora veo algo mejor a la parte técnica, pero a nivel político sigue siendo muy flojo... creo que el punto más bajo lo tocó con Strauss-Kahn (dejando de lado el conocido escándalo, las declaraciones grandilocuentes que hacía en medio de la crisis dejaban mucho que desear a mi gusto), aunque hoy no cumplen un buen rol en la crisis europea.
    Indendientemente de eso, y sacándome otra vez la camiseta argentina por un rato, esta vez creo que hizo las cosas bien... sancionó a un país que incumple una norma tan básica como la confiabilidad de las estadísticas (ojalá hubiera hecho eso con Grecia en su momento). A lo sumo, lo podemos criticar porque tardó demasiado.

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  3. Si bien nunca debemos eliminar el elemento del cual nacemos, como lo decía un gran militante en defensa de la raza; en este momento es bastante complicado ponerse la camiseta. Desde mi visión, solo lo podemos hacer si vamos a corregir todo las cosas que están doblemente mal, doble porque es un error mentado y en aras de escribir una nueva Macondo.
    Creo que el FMI pocas veces o nunca cumplió genuinamente sus funciones y en muchas de las crisis de los últimos 40 años tuvo un rol no despreciable: préstamos a países con dinámicas insostenibles, más préstamos que convalidaban un agente ponzi, diagnósticos espectacularmente errados, incapacidad de gestionar países en situaciones precrisis, convalidación de ejemplos de políticas poco claras (la nota de este domingo en IEco de Clarín de Krugman es interesante respecto a este tema, etc), entre otros aspectos que suenan mucho a la mentira del kg. de carne a $10,5. Sin dudas es un lugar interesante para gestionar soluciones a las economías en problemas pero la credibilidad es casi nula y acomodaticia a los vicios del poder.
    Por esto, la decisión de un organismo de estas características debería ser irrelevante. No obstante, nos puede traer problemas, seguro.

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