martes, 2 de abril de 2013


Shocks exógenos


En los primeros años de la carrera de economía, el estudiante comienza a adquirir una serie de vocablos particulares y poco conocidos en el folklore habitual. Los exámenes comienzan a tener, a modo de clausula determinante, la exigencia de ``es deseable que utilice vocabulario económico´´.  Es notorio como a medida que transcurren los años y avanzado el recorrido de la licenciatura, el vocabulario se ve enriquecido por estas palabras apropiadas por la jerga económica.  

Los shocks o choques exógenos forman parte de ese vocabulario en expansión. Entendemos por tales a un acontecimiento no esperado y fuera de nuestro control. El ejemplo testigo más utilizado se refiere a todo acontecimiento derivado del clima: desencadenamiento súbito de fuertes lluvias o niveles de temperaturas no esperados en determinadas estaciones del año que puedan tener efectos directos sobre determinada actividad económica.

En los últimos años se ha generado una gran discusión desde los círculos académicos en torno a la validez relativa de tales acontecimientos. La discusión fue de gran importancia y estaba principalmente relacionada con la crisis financiera internacional iniciada en 2007. La misma viró en torno a la naturaleza del acontecimiento que llevó a cabo la irrupción y profundización de la crisis mencionada.

Muchos académicos, mediante sólidos argumentos, rechazaban la hipótesis acerca de que la crisis se inició por un shock no esperado o un Cisne Negro como lo define Taleb en su popular e interesante libro: Cisne Negro, El Impacto de lo Altamente Improbable (2009).

Una gran producción académica rechazaba la hipótesis en base a que las dinámicas precedentes y la característica endémica de inestabilidad del sistema financiero inequívocamente llevaban a una crisis aunque de una magnitud desconocida.

Desarrollada la crisis y las discusiones sobre la misma, muchos comenzaron a relativizar la ocurrencia de shocks exógenos. En este sentido se presentan dos argumentos que, en algún punto, comulgan entre sí. Los exponentes de la denominada fase temporal denominada Gran Moderación, transcurrida desde inicios de este siglo, donde la volatilidad del producto bruto interno y la inflación había disminuido marcadamente, apoyaban explicaciones tales como que los macroeconomistas habían aprendido a manejar la política económica. En consecuencia, los ciclos de la economía se habían minimizado.

Por otra parte, las explicaciones de carácter exógeno, como las expuestas por Minsky (1986), daban un sólido abordaje a los acontecimientos de inestabilidad y, ex post, un herramental para su prevención, es decir, podemos minimizar su ocurrencia y generar un espacio de gestión ante las disrupciones no esperadas.

La convergencia de tales puntos de vista podría estar en que, a través de la utilización eficiencia de las herramientas de política macroeconómica, los hacedores de política pueden enfrentar en mejores condiciones el advenimiento casi inevitable de las crisis.

Sin dudas todo lo expuesto forma parte de la verdad relativa de las economías y la vida cotidiana de todos nosotros.

La realidad nuevamente nos alecciona. Las fuertes lluvias como las ocurridas anoche en Buenos Aires, principalmente en el norte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nos recuerdan de manera lamentable que el clima es un factor externo a nuestra cotidianeidad. Si bien las pérdidas humanas son dolorosas e irrecuperables, la inteligencia emocional nos diría que en este momento debemos, entre otras cosas, tomar las lecciones. Sin dudas, los responsables de política tienen una doble responsabilidad: eventualmente por no haber realizado lo necesario para minimizar la ocurrencia y consecuencias de tales eventos, y atender las demandas de los damnificados.  

Ayer, hoy y mañana se transformaran en historia y, sin rodeos, será nuevamente un tiempo de lecciones.                
  

3 comentarios:

  1. Hoy escuché a un hidrologo. Comentó q en baires y la plata se construyó a la vera de los arroyos. Esto es muy riesgoso aunque estén entubados. Es más ... entubarlos es más riesgoso que dejarlos fluir naturalmente por su cauce. Ahora, si bien mencionó que no hay sistema que resista esta lluvia, se ha seguido urbanizando a la vera de arroyos, lo cual es una locura. Aparte, en otros países la gente es instruida para saber exactamente que hacer en estas situaciones. Ni hablar que los procedimientos de asistencia están bastante más aceitados. lo que me hizo pensar ... la misma historia que en las crisis financieras, los seres humanos subestimando seriamente el riesgo de eventos (exógenos en este caso, algo que usualmente no es asi en lad crisis. financieras )

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  2. Hoy escuché a un hidrologo. Comentó q en baires y la plata se construyó a la vera de los arroyos. Esto es muy riesgoso aunque estén entubados. Es más ... entubarlos es más riesgoso que dejarlos fluir naturalmente por su cauce. Ahora, si bien mencionó que no hay sistema que resista esta lluvia, se ha seguido urbanizando a la vera de arroyos, lo cual es una locura. Aparte, en otros países la gente es instruida para saber exactamente que hacer en estas situaciones. Ni hablar que los procedimientos de asistencia están bastante más aceitados. lo que me hizo pensar ... la misma historia que en las crisis financieras, los seres humanos subestimando seriamente el riesgo de eventos (exógenos en este caso, algo que usualmente no es asi en lad crisis. financieras )

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  3. Si, también leí algo de un especialista en Ecología, Brailovsky, y dijo algo similar los barrios de Palermo y Villa Crespo.
    Como decís, dado que no estamos muy instruidos en el tema y con el agregado de que estas lluvias fueron de mucha importancia, las consecuencias fueron más severas aún.
    Si, la subestimación de los hechos raros o poco frecuentes es un tema que está en discusión y lo expone muy bien Taleb, en su libro.
    El comportamiento de los seres humanos, en particular, es bastante acomodante a los hechos sucedidos no inmediatos pero de períodos cortos. En este aspecto, hay una gran cuestión por analizar respecto a la racionalidad de los mismos. En relación al tema que os golpea actualmente y dado el supuesto de racionalidad, en la memoria deberíamos tener cargado que bajo ciertas circunstancias hay zonas muy inundable.
    Hay algunos autores que tratan estos temas y lo relacionan con mecanismos de percepciones temporales, como si en algún sentido el tiempo no transcurriera en ciertos momentos (no tan largos) para los individuos.

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