sábado, 21 de septiembre de 2013

El otro cepo cambiario: Roosevelt y la prohibición del oro

Les dejo la última nota de nuestra franquicia en Rankia, sobre la versión norteamericana del cepo cambiario implementada por Franklin D. Roosevelt en 1933-1934:


Espero que les guste. Para aquellos que sean estudiantes, feliz día del estudiante. Para aquellos que sean economistas, feliz día del economista. Y para todos, feliz día de la primavera.

domingo, 1 de septiembre de 2013

¿Argentina es más sólida que Canadá y Australia?

Hace un par de semanas, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) logró otra vez sorprendernos con sus declaraciones: comparó a Argentina con Australia y Canadá, evaluando favorablemente la solvencia de la economía argentina en relación a las otras dos. Para justificar esto, encargó la elaboración de un informe, el cual puede consultarse en el siguiente link:


El informe se titula "Derribando mitos... Los desafíos de profundizar la industrialización" y fue elaborado por el Ministerio de Industria. El informe resulta un poco largo para comentarlo completo en este espacio, pero me voy a concentrar en dos errores que cometió CFK vinculados a la situación fiscal y las reservas internacionales.

En primer lugar, CFK realizó la siguiente declaración respecto a la situación fiscal argentina actual:

“Yo quiero comparar Australia con Canadá, por ejemplo el resultado fiscal primario sobre PBI -arrancó la Presidenta-, en Argentina el promedio del año 2003 al 2012 ha sido 2,3%. En Australia fue 0,7% negativo y en Canadá 0,6% negativo”

En el link mencionado al principio de la nota, además podemos encontrar la siguiente hoja de la presentación del informe en cuestión:


Tomando estos datos, puede observarse que la frase de CFK es cierta en principio: si bien me quedan algunas inquietudes metodológicas (por ejemplo, ¿el resultado fiscal primario argentino computa las transferencias del Banco Central al Tesoro?), el resultado fiscal primario argentino es mejor al de Australia y Canadá. Sin embargo, CFK hizo mención al resultado primario y al bajo endeudamiento público externo, pero en lo referente al resultado financiero la cuestión está actualmente más pareja: mientras Argentina registró un déficit financiero de 2,6% del PBI en 2012, Australia tuvo un déficit de 2,7% y Canadá de 3,2%.

Ahora bien, Australia y Canadá obtuvieron este resultado financiero teniendo un amplio acceso al mercado de capitales para financiarse, mientras que Argentina obtuvo un déficit similar en 2012, pero sin acceso al financiamiento internacional. La incapacidad de financiar el déficit hace que la situación fiscal argentina sea de hecho más delicada, ya que debe financiarse consumiendo el superávit comercial o algunos stocks (por ejemplo, financiándose con endeudamiento colocado a organismos públicos superavitarios, como la Administración Nacional de Seguridad Social y el Banco Central). 

Pongamos la cuestión en términos más simples. Supongamos que tenemos dos personas que, durante un mes en particular, gastan un monto mayor a los ingresos que poseen. Una de ellas tiene un buen historial crediticio y además se lleva bien con el oficial de cuentas del banco, con lo cual accede a un crédito y puede financiar su déficit a una tasa de interés razonable. La otra persona no solo tiene un largo historial de atrasos y refinanciaciones, sino que además está peleada con el oficial de cuentas del banco, con lo cual no tiene acceso al crédito. Esta segunda persona se podrá financiar por un tiempo con sus ahorros, pero tarde o temprano esos ahorros se van a acabar y la va a pasar muy mal. Ahora bien, pese a que ambas personas tienen el mismo déficit en un mes en particular, ¿podemos pensar que su situación es la misma? Claramente, quien tiene acceso al crédito, tiene una mejor situación financiera que quien no lo tiene, siempre y cuando siga haciendo un buen uso de su acceso al crédito.

Para terminar este primer punto, esta reflexión respecto al acceso al crédito me da pie para un breve comentario respecto al endeudamiento externo. Argentina efectivamente posee un menor endeudamiento público que Australia y Canadá. Sin embargo, seguramente los australianos y los canadienses viven en un país con un nivel de infraestructura y/o transporte público que la mayor parte de los países del mundo envidian. Mientras tanto, en Argentina las personas deben viajar diariamente en trenes antiquísimos, el transporte de mercaderías se hace casi en su totalidad en camiones que transitan por rutas que, no solo son escasas, sino que algunas veces se encuentran en un estado calamitoso, etc. ¿No habría sido mucho más inteligente hacer todo lo posible para aprovechar estos últimos años de tasas de interés internacionales bajas, endeudarse y utilizar estos recursos para proyectos de infraestructura que le permitan a Argentina desarrollarse y mejorar la calidad de vida de su población? Visto desde esta perspectiva, el endeudamiento público no parece algo tan malo, siempre y cuando sea sostenible.

Por último, CFK también realizó una comparación exótica acerca del nivel de reservas internacionales que tiene cada país:

"Estos 37.000 millones de dólares en relación con el PBI representan un 7,8%. Los 50.000 millones de Australia representan un 3,3%. Australia tiene menos de la mitad de las reservas que tenemos nosotros con un PBI mucho más alto y nadie pone en discusión su solvencia fiscal"

Y luego agregó respecto a Canadá:

"En Canadá, los 66.000 millones representan un 3,3% de su PBI. ¿Alguien pone en duda la solvencia o la capacidad de pago de Canadá? Sin embargo, todos los días titulares de calificadoras y gurúes de la economía ponen en duda las reservas de la República Argentina"

Para quien no ha estudiado algo de economía, la comparación podría resultar convincente, al menos en principio. Pero la cuestión radica en que Australia y Canadá no tienen tantas reservas internacionales como Argentina, simplemente porque no las necesitan: los agentes económicos (consumidores, ahorristas, empresarios) de dichos países confían en que sus respectivos bancos centrales harán bien su trabajo, porque tienen buenos antecedentes y siguen políticas previsibles desde hace décadas. En cambio, el Banco Central argentino tiene un largo historial de crisis financieras, devaluaciones bruscas, períodos de inflación elevada e inclusive crisis hiperinflacionarias en su haber, lo cual lo vuelve menos confiable. 

Si observamos una serie histórica del nivel de reservas en relación al PBI de cada país, queda en claro lo engañoso que es el argumento de CFK:

Figura 1. Reservas internacionales en % del PBI
Fuente: elaboración propia en base a datos del FMI y Banco Mundial.

En los años '80, un nivel de reservas sobre PBI similar al de Australia y Canadá no evitó que Argentina sufriera lo que se denominó una "década pérdida" en lo referente a crecimiento económico, ni que terminara la misma con la crisis hiperinflacionaria de 1989. Asimismo, durante la década del '90 tuvimos un mayor nivel de reservas en relación al PBI que Australia y Canadá. Sin embargo, un nivel de reservas del 8,8% en el año 2000, no impidió que Argentina enfrentara una fuerte corrida bancaria y fuga de capitales durante 2001, que terminó en la peor crisis económica de nuestra historia. Si bien los desequilibrios macroeconómicos aún no son tan graves como en los '80 y la situación externa y de competitividad tampoco es tan mala como en 2001, está claro que un nivel de reservas sobre PBI de 8,4% en 2012 no garantiza que la situación macroeconómica argentina sea solvente. Esto queda aún más claro si miramos la película completa, en vez de una sola escena: esta relación ha caído más de 9 puntos porcentuales desde 2007 y en los últimos años esto no se debe al crecimiento del PBI, sino que además hemos perdido reservas en términos nominales.

No solo la historia es relevante, sino que además la política económica de los últimos años nos ha brindado una batería de incentivos para desconfiar en la labor del Banco Central: la tasa de inflación ha permanecido en valores de dos dígitos desde 2007, el tipo de cambio real se ha estado apreciando continuamente, las reservas han estado cayendo (tanto en términos nominales como en relación al PBI) y desde 2012 se ha recurrido a una ridícula prohibición de adquirir divisas libremente en el mercado oficial.

Las reflexiones de CFK sobre las reservas es un muy buen ejemplo de las falacias a las que suelen recurrir quienes hoy están a cargo del Poder Ejecutivo para justificar sus políticas económicas. Las diferencias entre los niveles de reservas internacionales de Argentina y Australia/Canadá no se deben a la solvencia de la economía argentina, tal como lo plantea CFK, sino a la credibilidad que poseen las autoridades encargadas de la política monetaria en dichos países. 

Para concluir, la credibilidad de Australia y Canadá, tanto en el mercado crediticio como en lo referente a la política monetaria, no se debe a un accidente o a la suerte, sino que se ha construido lentamente a través de los años. Tampoco creo que se construya siguiendo políticas sumamente ortodoxas. Como bien dice Alan Blinder, ex gobernador de la Fed:

"... la credibilidad significa que mis declaraciones sean creídas, aunque no exista ninguna norma que me obligue a cumplirlas y pueda tener incluso un incentivo a corto plazo para faltar a mis promesas. En el mundo real, esa credibilidad normalmente no se consigue con unos sistemas retributivos de incentivos compatibles, ni con compromisos rígidos, sino que se va construyendo poco a poco a base de que los hechos se correspondan con las palabras." Alan S. Blinder, "El Banco Central: Teoría y Práctica", 1999, Capítulo 3, páginas 62-63.